El camino que ahora planteo es sin lugar a dudas EL EDUCAR EN Y PARA LA CULTURA CIUDADANA; es un cultivo de valores cívicos que lleve al niño, al joven, al adulto, al anciano, al visitante, en fin a todos, a amar la ciudad, a tener sentido de pertenencia, a irradiar mentalidad comunitaria (olvidando sus propios intereses), a sentir dolor por los atropellos y abusos, a buscar desarrollo no entendido sólo en lo material sino ante todo en lopersonal. Es necesario educar a la persona, porque la calidad de una ciudad depende primordialmente de la calidad de las personas que residan en ella y de su habilidad para desarrollar y atraer talento, o sea, del atractivo que represente vivir en ella. En la ciudad las personas son la principal riqueza, se hace necesario crear estrategias para acercar al ciudadano a temas claves como el civismo, la cultura y la participación ciudadana, contribuyendo a mejorar notablemente el lugar en el que vive. Este proceso pedagógico comienza en el hogar, cada integrante de la familia tiene que tener conciencia ciudadana y si no la tiene, infundir desde temprana edad que hacemos parte de una ciudad que hay que amar, cuidar y respetar como a la propia casa, como a la misma familia.
Infructuoso sería este trabajo si no se complementa en el ámbito escolar (preescolar, primaria, bachillerato y universitario). Cada estudiante tiene que cultivar la cultura ciudadana orientada por sus docentes. Desde el nivel inferior hasta el superior debe recibir una asignatura teórica-práctica que se llamase "cultura ciudadana". El ambiente de la escuela, del colegio y de la universidad tiene que reflejar urbanismo, espíritu cívico, conciencia ciudadana, comportamientos de convivencia y participación. Este ambiente impactará social y culturalmente.
Cada trabajador en su ambiente laboral aportará en la construcción de una mejor ciudad cuando se entrega con servicio y considera su tarea por insignificante que parezca una gran obra en el bienestar de la ciudadanía; cuando lucha con tolerancia por ser mejor compañero y hace de su lugar de trabajo una pequeña ciudad.
De igual modo los líderes comunales y los gobernantes se esforzarán por doblegar sus intereses particulares a los intereses de la ciudad, por poner más iniciativa para el bien, dejando atrás la corrupción y la politiquería, males que han degenerado nuestra ciudad en un pueblo grande con problemasinmanejables, con grandes necesidades sin dolientes y sin soluciones a largo plazo y duraderas. Debemos hacer de la ciudad un escenario de educación y formación colectiva. Preguntémonos, ¿qué puedo hacer por la ciudad?.
Los medios de comunicación social adelantarán campañas para el rescate de los valores fundamentales, desarrollo de actitudes de convivencia ciudadana, respeto a los demás y a lo público. La prensa, la radio, la televisión y el internet deben llevarnos a una apropiación colectiva de la ciudad; en otros términos, que cada ciudadano crea y sienta a la ciudad como suya.
Para simplificar podríamos decir que tiene que haber un esfuerzo grande de la familia, la escuela, la educación y el Estado para modificar la cultura que tenemos. Para ello es indispensable fortalecer la educación. No podemos resignarnos con la tonta teoría de algunos conformistas que dicen "es que nosotros somos así y nadie nos va a cambiar"; no, pensemos y construyamos una mejor ciudad en la que cada uno se sienta responsable y actor participativo en este cambio. Somos así, pero podemos ser mejores; será nuestro lema para conquistar lo que hoy se presenta como un sueño: la ciudad que queremos, la ciudad que nos merecemos, la ciudad que necesitamos.
Al respecto conviene decir que Montería es una cuidad que se encuentra inmersa en un caos total: social, urbanístico, político, ambiental, económico y cultural, que requiere del esfuerzo, del aporte y de la participación de todos sus ciudadanos, instituciones gubernamentales, no gubernamentales, educativas, militares, religiosas y económicas; para que por medio de un proceso formativo construyamos una cultura ciudadana.
La "Perla del Sinú", como culturalmente se le llama, no constituye un espacio colectivo de asociación o de intercambio humano orientado por lamotivación de un buen vivir, un vivir digno, sino que es un conjunto no articulado de personas que simplemente habitan en ella, la destruyen y duermen en ella, sin expectativas, sin funciones, sin responsabilidad; nuestra capital es una simple reunión de barrios, urbanizaciones y muchísimas invasiones. El desarraigo, la falta de identidad y de sentido de pertenencia están llevando a la ciudad, capital de Córdoba a un conflicto destructivo, a un espacio caótico. Evitemos que la ciudad caiga al abismo, dejemos de ser guías ciegos que llevamos a nuestra gente a la hostilidad, a la violencia, a la insensibilidad, a la despreocupación por la conservación y protección del entorno social, cultural y ambiental.
Construyamos un mejor futuro para las próximas generaciones, dejemos huellas en la historia y dejemos de ser zánganos y sanguijuelas de nuestra ciudad. Pongamos todo nuestro empeño, dejemos atrás nuestros errores, nuestra complicidad social o nuestra culpabilidad ciudadana.
Nosotros nos merecemos una mejor ciudad y Montería se merece mejores ciudadanos y ciudadanas comprometidos con el progreso, la conciencia colectiva, la unidad en medio de las diversidades culturales, el mejoramiento de vida de las personas y el sentido de pertenencia.
Juntos podemos lograrlo, unámonos en este gran proyecto.
PEDRO RICARDO OROZCO OROZCO, Pbro.
Foro "Pensar la ciudad: un encuentro para construir".
Montería